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Presentacion Exhortación Apostolica

El documento habla sobre el llamado universal a la santidad y los obstáculos que se enfrentan en el camino a la santidad como el gnosticismo y el pelagianismo. Explora virtudes como la humildad, la mansedumbre, el perdón y la paciencia. También discute la importancia de la oración, la comunión con los demás y vivir el Evangelio a pesar de los problemas. El documento enfatiza que la santidad consiste en vivir en unión con Cristo y reproducir aspectos de su vida a través del amor y el
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Presentacion Exhortación Apostolica

El documento habla sobre el llamado universal a la santidad y los obstáculos que se enfrentan en el camino a la santidad como el gnosticismo y el pelagianismo. Explora virtudes como la humildad, la mansedumbre, el perdón y la paciencia. También discute la importancia de la oración, la comunión con los demás y vivir el Evangelio a pesar de los problemas. El documento enfatiza que la santidad consiste en vivir en unión con Cristo y reproducir aspectos de su vida a través del amor y el
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Exhortación Apostólica

Gaudete
Et
Exsultate
Sobre el llamado a la Santidad en el mundo actual
CAPITULO PRIMERO

También para ti

Todos estamos llamados a ser santos viviendo con


amor y ofreciendo el propio testimonio en las
ocupaciones de cada día

Deja que la gracia de tu Bautismo fructifique en un


camino de santidad.

En el fondo la santidad es vivir en unión con él los


misterios de su vida.
TU MISION EN CRISTO

En el fondo la santidad es vivir en unión con él los misterios de


su vida.

Pero también puede implicar reproducir en la propia existencia


distintos aspectos de la vida terrena de Jesús

«la santidad no es sino la caridad plenamente vivida ».

Tú también necesitas concebir

Inténtalo escuchando a Dios en la oración y reconociendo los


signos que él te da

Déjate transformar, déjate renovar por el Espíritu, para que eso


sea posible, y así tu preciosa misión no se malogrará.
LA ACTIVIDAD QUE SANTIFICA

«Buscad sobre todo el reino de Dios y su


justicia »

Por lo tanto, no te santificarás sin entregarte


en cuerpo y alma para dar lo mejor de ti en
ese empeño.

por la ansiedad, el orgullo, la necesidad de


aparecer y de dominar, ciertamente no será
santificadora.

No tengas miedo de la santidad.


MÁS VIVOS MÁS HUMANOS

No tengas miedo de la santidad.

En la medida en que se santifica, cada cristiano


se vuelve más fecundo para el mundo.

La santidad no te hace menos humano, porque es


el encuentro de tu debilidad con la fuerza de la
gracia.
CAPITULO SEGUNDO

DOS SUTILES ENEMIGOS DE LA SANTIDAD

El gnosticismo y el pelagianismo.

33 Cf. CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE,


Carta Placuit Deo, sobre algunos aspectos de la salvación
cristiana (22 febrero 2018), 4: L’Osservatore Romano (2
marzo 2018), pp. 4-5: «Tanto el individualismo neo-
pelagiano como el desprecio neo-gnóstico del cuerpo
deforman la confesión de fe en Cristo, el Salvador único y
universal». En este documento se encuentran las bases
doctrinales para la comprensión de la salvación cristiana en
relación con las derivas neo-gnósticas y neo-pelagianas
actuales.
El gnosticismo actual

38 Carta al Gran Canciller


de la Pontificia Universidad
Católica
El pelagianismo actual

Con el paso del tiempo, muchos comenzaron a reconocer que no es el


conocimiento lo que nos hace mejores o santos, sino la vida que llevamos.

la voluntad humana, al esfuerzo personal.

Se olvidaba que «todo depende no del querer o del correr, sino de la


misericordia de Dios» (Rm 9,16) y que «él nos amó primero» (1 Jn 4,19).

Para poder ser perfectos, como a él le agrada, necesitamos vivir


humildemente en su presencia, envueltos en su gloria; nos hace falta
caminar en unión con él reconociendo su amor constante en nuestras vidas.

no somos justificados por nuestras obras

En el atardecer de esta vida me presentaré ante ti con las manos vacías,


Señor, porque no te pido que lleves cuenta de mis obras. Todas nuestras
justicias tienen manchas a tus ojos».
CAPÍTULO TERCERO

A LA LUZ DEL MAESTRO

«Mira a tu rey, que viene a ti, humilde, montado en una borrica»

La mansedumbre

Saber llorar con los demás, esto es santidad.

que da y perdona

Cuando el corazón ama a Dios y al prójimo

Mantener el corazón limpio de todo lo que mancha el amor, esto es santidad.

La difamación y la calumnia son como un acto terrorista: se arroja la


bomba, se destruye, y el atacante se queda feliz y tranquilo. Esto es muy
diferente de la nobleza de quien se acerca a conversar cara a cara, con
serena sinceridad, pensando en el bien del otro.
Sembrar paz a nuestro alrededor, esto es santidad.

Un santo no es alguien raro, lejano, que se vuelve


insoportable por su vanidad, su negatividad y sus
resentimientos. No eran así los Apóstoles de Cristo.

Aceptar cada día el camino del Evangelio aunque nos


traiga problemas, esto es santidad.
CAPÍTULO CUARTO
ALGUNAS NOTAS DE LA SANTIDAD EN EL MUNDO ACTUAL

Aguante, paciencia y mansedumbre

Esto es fuente de la paz que se expresa en las actitudes de un santo.

«Gozándote del bien de los otros como de ti mismo, y queriendo que


los pongan a ellos delante de ti en todas las cosas, y esto con verdadero
corazón. De esta manera vencerás el mal con el bien y echarás lejos al
demonio y traerás alegría de corazón. Procura ejercitarlo más con los
que menos te caen en gracia. Y sabe que si no ejercitas esto, no
llegarás a la verdadera caridad ni aprovecharás en ella».

La humildad solamente puede arraigarse en el corazón a través de las


humillaciones.

«En paz me acuesto y enseguida me duermo, porque tú solo, Señor,


me haces vivir tranquilo»
Audacia y fervor

¡Cuántas veces nos sentimos tironeados a quedarnos en la


comodidad de la orilla! Pero el Señor nos llama para
navegar mar adentro y arrojar las redes en aguas más
profundas
En contra de la tendencia al individualismo consumista que
termina aislándonos en la búsqueda del bienestar al margen de
los demás, nuestro camino de santificación no puede dejar de
identificarnos con aquel deseo de Jesús: «Que todos sean uno,
como tú Padre en mí y yo en ti» (Jn 17,21).
En oración constante 147. Finalmente, aunque parezca obvio,
recordemos que la santidad está hecha de una apertura
habitual a la trascendencia, que se expresa en la oración y en
la adoración.
«Este es el que ama a sus hermanos, el que ora mucho por
el pueblo»

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