DISPENSACIÓN
DEL MILENIO Y EL
JUICIO FINAL.
APOCALIPSIS 22: 17.
El Milenio como lo dice la palabra tiene una duración de
Mil años.
Esta Dispensación, Edad o tiempo, termina con el clamor
de los Santos.
“Venga tu reino” Al fin la oración de los santos de todas
las edades es contestada. La simiente de la mujer ha herido
la cabeza de la serpientes.
El usurpador ha sido derrotado, y el gobierno ahora
descansa sobre los hombres del “verdadero gobernador de la
tierra.” (JESÚS)
La frente que fue herida por las espinas ahora lleva una
Corona.
Los pies horadados ahora suben al Trono.
Las manos traspasadas ahora tiene el Cetro.
Los reinos de este mundo son ahora los reinos de nuestro
Señor Jesucristo: y Él reinará para siempre, siendo: Rey de
reyes y Señor de señores.
Las espadas de las naciones serán martilladas y convertidas
en rejas de arado y no habrá más guerra. Isaías. 2:4
La tierra que ahora gime bajo la maldición será restaurada a
su hermosura Edénica, y dará su plenitud. Gen. 3:17 – 18
Zacarías. 8:13
El lobo morará con el cordero, y la bestia carnívora de la
selva comerá paja como un buey. Isaías. 11:6 – 9
(Tenga cuidado con la Falsa Doctrina)
Al final de los mil años de paz en la tierra, Satanás es
soltado por la voluntad permisiva de Dios, y de inmediato
se deja sentir su mala influencia en la tierra.
Rápidamente sopla la llama antigua de revolución contra
Dios, y encuentra rebeldes dispuestos a unirse a él en todas
partes de la tierra.
Esta última revolución contra Dios inspirada por el diablo
es terminada pronto por el despliegue del poder atómico del
Todopoderoso, “fuego del cielo” que consume los ejércitos
rebeldes de Gog y Magog. Apoc. 20:7 – 10 Ezeq. 38:1 -
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Mientras el Diablo recibe por tanto tiempo la merecida
condenación en el Lago de Fuego.
Al analizar los tratos pacientes de Dios para con el
hombre a través de las edades, y la miserable respuesta del
hombre hacia Dios, caemos en el conocimiento de la
verdad, de que a pesar de la misericordia, la paciencia y el
amor eterno, el hombre le ha fallado a Dios en todas las
dispensaciones de los tiempos.
La Edad de la Inocencia termina con la obstinada
desobediencia y su pena de muerte física y espiritual.
La Edad de la Conciencia termina con la corrupción
universal y la casi extinción de la raza.
La Dispensación del Gobierno Humano termina con el
menosprecio de Dios y la edificación y engrandecimiento
de si mismos, con la consecuente “confusión” y dispersión.
La Edad de la Promesa termina con el pueblo de Dios
siendo esclavizado y oprimido, fuera de la tierra prometida.
La Dispensación de la Ley termina con la creatura
(humanidad) crucificando al creador.
La edad de la Gracia termina con la guerra de Armagedón
contra Jesucristo, en su segunda venida, cuando nosotros
vendremos con él desde los cielos a pelear por Israel.
La Edad del Reino que sigue, bajo el reinado en persona del
Señor de Gloria, donde el poder del diablo es paralizado por
un tiempo, las naciones ya no son engañadas por su influencia
maligna; sin embargo cuando “aquella serpiente antigua” es
suelta, se encuentra con una multitud dispuesta otra vez a creer
a la mentira, servirle y obedecerle.
Ciertamente hemos aprendido la lección de las edades, que
el corazón del hombre busca “de continuo busca solamente
el mal”. Gen. 6:5 Romanos. 3:10 – 11 La no
regenerada naturaleza humana es la misma desde Edén
hasta Magog. Pero gracias a Dios, que a través de las
edades, “a los que le recibieron, les dio potestad de ser
hechos hijos de Dios”.
La sangre de Jesucristo es la única esperanza y el
remedio para librar a los hombres de la vieja “naturaleza
adánica”, con su pecado innato, con su culpa y su rebelión
contra Dios.
La última escena es la Resurrección de los Muertos en
Pecado, la “resurrección de condenación”. S. Juan 5:28 – 29
La gran compañía mencionada en Apocalipsis. 20:5 como
“los otros muertos” o aquellos que no tuvieron parte en la
primera resurrección, aparecen de pie ante Dios.
El remedio está allí, los ángeles están allí, tanto los buenos
como los “reservados para el juicio” 2 Pedro 2:4
El libro de la Vida es abierto, y aquellos cuyos nombres no se
encuentran escritos en él, son destinados al castigo eterno,
que es la “Muerte Segunda”. Apocalipsis 20:14 – 15
Donde fueron lanzados el diablo, la bestia y el falso profeta,
Apocalipsis 20:10
Así la Dispensación del Reino termina con el Juicio Final. Apocalipsis.
20:11 – 13 El Gran Trono Blanco.
Pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la
misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la
perdición de los hombres impíos.
El Cielo Nuevo y la Tierra Nueva. Vi un
cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la
primera tierra pasaron……… Apocalipsis. 21:1 – 8 +
20:23 + 22:5
LA NUEVA JERUSALÉN
Y así estaremos siempre con el Señor. 1Tesalonicenses 4:17
GRACIAS POR SU ATENCIÓN
DIOS LES BENDIGA