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Diana Exposicion

Este documento ofrece consejos sobre cómo evitar preocuparse. Explica que la preocupación puede estrangular a una persona física y espiritualmente. Proporciona tres pasos para vencer la preocupación: 1) Orar correctamente mediante adoración, súplica y acción de gracias. 2) Pensar correctamente enfocándose en lo verdadero, honesto y justo. 3) Vivir correctamente enfocándose en lo noble, puro, amable y honorable. Siguiendo estos pasos y dejando que la paz de Dios guarde nuestros cor
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Diana Exposicion

Este documento ofrece consejos sobre cómo evitar preocuparse. Explica que la preocupación puede estrangular a una persona física y espiritualmente. Proporciona tres pasos para vencer la preocupación: 1) Orar correctamente mediante adoración, súplica y acción de gracias. 2) Pensar correctamente enfocándose en lo verdadero, honesto y justo. 3) Vivir correctamente enfocándose en lo noble, puro, amable y honorable. Siguiendo estos pasos y dejando que la paz de Dios guarde nuestros cor
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TÚ NO TIENES QUE PREOCUPARTE

(Filipenses 4:1-9)
TÚ NO TIENES QUE PREOCUPARTE
(Filipenses 4:1-9)
TU NO TIENES QUE PREOCUPARTE

Tú No Tienes Que Preocuparte


(Filipenses 4: 1-9)

Si alguien tenía motivos para preocuparse, ese era el apóstol Pablo.


Hubo un desacuerdo entre sus amados hermanos en Filipos y él no podía
estar allí para ayudarles. No tenemos idea de la causa de la disputa
entre Evodia y Síntique, pero sea ésta la que fuera, estaba dividiendo a la
iglesia. Aparte de esta posible división en Filipos, Pablo tuvo que
afrontarse con la división entre los creyentes en Roma (1: 14-17).

Además de estas cargas, estaba la posibilidad de su propia


ejecución. Sí, Pablo tenía una buena excusa para preocuparse-¡pero no lo
hizo! En lugar de eso, tomó tiempo para explicar el secreto de la victoria
sobre la preocupación.
¿Qué significa preocupación? La palabra griega traducida
"afanosos" en el versículo 6 significa' 'ser halado en direcciones
opuestas". Nuestras esperanzas nos halan hacia una dirección; nuestros
temores hacia otra; y nos están acabando. La raíz de donde proviene la
palabra preocupación significa "estrangular".
TU NO TIENES QUE PREOCUPARTE

Si alguna vez te has preocupado de verdad, sabes


cómo la preocupación puede estrangular a una persona. De
hecho, la preocupación produce consecuencias físicas:
jaquecas, dolores de cuello, úlceras, y aun dolores de
espalda. La preocupación también afecta nuestros
pensamientos, nuestra digestión e incluso nuestra
coordinación.

Desde el punto de vista espiritual la preocupación es


pensar incorrectamente (la mente) y sentir incorrectamente
(el corazón) sobre las circunstancias, la gente y las cosas. La
preocupación es el ladrón más grande del gozo. Sin
embargo, no es suficiente hacer el propósito de dejar de
preocuparse, porque así nunca puede subyugar al ladrón. La
preocupación es una obra interna, y se necesitan más que
las buenas intenciones para obtener la victoria.
TU NO TIENES QUE PREOCUPARTE

El antídoto para la preocupación es la mente segura.


"Y la paz de Dios... guardará (resguardará firmemente como
soldado) vuestros corazones y vuestros pensamientos
(mentes) en Cristo Jesús" (v.7).
Cuando el creyente posee la mente segura, la paz de
Dios lo guarda (v.7) y el Dios de paz lo guía (v.9). Con esa
clase de protección ¿por qué ha de preocuparse?
Si vamos a triunfar sobre la preocupación y
experimentar la mente segura, tenemos que cumplir con las
condiciones que Dios ha puesto.

Son tres: orar correctamente (vs.6, 7); pensar


correctamente (v.8); y vivir correctamente (v.9).
TU NO TIENES QUE PREOCUPARTE
TU NO TIENES QUE PREOCUPARTE

1. Orar correctamente (4:6,7)


Pablo usa tres palabras diferentes para describir la
oración eficaz: oración, súplica y acción de gracias.
Nuestras oraciones deben incluir cada una de estas
tres cosas. La palabra "oración" es la palabra general para
pedirle al Señor. Lleva en sí la idea de adoración, devoción y
alabanza.
Siempre que nos hallemos preocupados por algo,
nuestra primera acción debe ser la de apartarnos y adorar a
Dios. Debemos ver la grandeza y majestad de Dios y recordar
que él tiene poder para resolver nuestros problemas. Con
demasiada frecuencia nos presentamos ante él, y de prisa le
contamos nuestras necesidades, cuando debemos
acercarnos a su trono con quietud y la más profunda
reverencia. El primer paso para orar correctamente es la
adoración.
TU NO TIENES QUE PREOCUPARTE

El segundo paso es la súplica, la presentación sincera de


nuestras necesidades y problemas. No hay lugar para el fingimiento y la
insinceridad en la oración. Es verdad que no somos oídos por nuestras
"vanas repeticiones" (Mateo 6:7,8); sin embargo, nuestro Padre quiere
que le pidamos sinceramente (Mateo 7: 1-11).
Esta es la manera en que Cristo oró en el huerto (Hebreos 5:7), y
mientras que sus discípulos más cercanos dormían, Cristo sudaba
grandes gotas de sangre.

La súplica no es asunto de la energía carnal, sino de la


intensidad espiritual (Romanos 15:30; Colosenses 4:12).

Después de la adoración y la súplica viene la gratitud, o sea, la


acción de gracias a Dios (ve Efesios 5:20; Colosenses 3:15-17).
Ciertamente el Padre se goza al oír a sus hijos decirle: " ¡Gracias! ' ,
Cuando Cristo sanó a los diez leprosos, sólo uno de los diez regresó a
darle las gracias (Lucas 17: 11- 19), Y nos preguntamos si el porcentaje es
mayor hoy en día.
TU NO TIENES QUE PREOCUPARTE

Estamos prontos para pedir, pero tardos para mostrar gratitud.


Notarás que orar correctamente no es algo que todo creyente puede
hacer inmediatamente, porque la oración correcta depende de la clase
correcta de mente. Por esto, la fórmula de Pablo para obtener paz se
encuentra al final de la carta a los Filipenses y no al principio.

Si tenemos la mente sencilla del capítulo uno, entonces podemos


adorar. (¿Cómo puede una persona de "doble ánimo" –ánimo dividido-
adorar a Dios?) Si tenemos la mente sumisa del capítulo dos, entonces
podemos suplicar. (¿Pediría algo a Dios una persona con una mente
orgullosa?)

Si tenemos la mente espiritual del capítulo tres, podemos


mostrar nuestra gratitud. (Una persona que piensa en lo terrenal no
reconoce que todo lo que tiene viene de Dios y, por lo tanto, no le daría
gracias por ello.) En otras palabras, debemos poner en práctica las
enseñanzas de los capítulos uno, dos y tres si queremos experimentar la
mente segura del capítulo 4.
TU NO TIENES QUE PREOCUPARTE

Pablo nos aconseja que llevemos "todo a Dios en oración". "No se


preocupen por nada, sino oren por todo" , es su amonestación. Nosotros
tenemos la tendencia a orar por las cosas grandes de la vida y nos
olvidamos de orar por las llamadas cositas hasta que éstas crecen y se
convierten en cosas grandes. Hablarle a Dios acerca de todo lo que nos
concierne a nosotros y a él, es el primer paso hacia la victoria sobre la
preocupación.
El resultado es que la "paz de Dios" guarda el corazón y la
mente. Recordarás que Pablo estaba encadenado a un soldado romano,
día y noche. Del mismo modo, "la paz de Dios" está de guardia sobre las
dos áreas que crean preocupación--el corazón (sentimientos incorrectos)
y la mente (pensamientos incorrectos). Cuando le entregamos el corazón
a Cristo en el momento de nuestra salvación, experimentamos la "paz
con Dios" (Romanos 5:1); más la "paz de Dios" nos lleva un paso más
adelante en sus bendiciones.
Esto no quiere decir que va a haber una ausencia de problemas
en el exterior, sino que habrá una confianza y una quietud interna a
pesar de las circunstancias, la gente o las cosas.
TU NO TIENES QUE PREOCUPARTE

Hallamos en la persona de Daniel una hermosa


ilustración de la paz recibida a través de la oración. Cuando
el rey dio orden que ninguno de sus súbditos orara a nadie
sino al rey, Daniel fue a su cuarto, abrió las ventanas, y oró
como solía hacerlo (Daniel 6: 1-10). Nota cómo oró Daniel. El
"oraba y daba gracias delante de su Dios" (v.10), Y él rogaba
(v.11).
Oración súplica - acción de gracias; y el resultado fue una
paz perfecta en medio de la dificultad. Daniel pudo pasar la
noche con los leones en perfecta paz, mientras que el rey en
su palacio no pudo dormir (v.18).

La primera condición para tener la mente segura y la


victoria sobre la preocupación es la de orar
correctamente.
TU NO TIENES QUE PREOCUPARTE

2. Pensar correctamente (4:8)


La paz atañe al corazón y a la mente.· "Tú guardarás
en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera;
porque en ti ha confiado" (lsaías 26:3). Pensamientos
incorrectos producen sentimientos incorrectos, y pronto la
mente y el corazón son arrastrados en direcciones opuestas
y somos estrangulados por la preocupación.
Debemos darnos cuenta de que los pensamientos son
reales y poderosos, aunque no se pueden ver, pesar ni medir.
Debemos llevar "cautivo todo pensamiento a la obediencia a
Cristo" (2 Corintios 10:5).

"Si siembras un pensamiento, Segarás una acción.


Si siembras una acción, Segarás un hábito.
Si siembras un hábito, Segarás un carácter.
Si siembras un carácter, Segarás un destino".
TU NO TIENES QUE PREOCUPARTE

Pablo nos da una lista de las cosas en las cuales debemos


pensar como creyentes.
"Todo lo que es verdadero". El Dr. Walter Cavert
informó de una encuesta sobre la preocupación, la cual
indicó que sólo el 8% de las cosas que preocupaban a la
gente eran verdaderos motivos de preocupación. El 92 %
restante eran o cosas imaginarias que nunca pasaron, o
cosas sobre las cuales la gente no tenía ningún control.
Satanás es un mentiroso (Juan 8:44), y quiere
corromper nuestras mentes con mentiras (2 Corintios 11:3).
"¿Conque Dios os ha dicho?" es la manera en que se acerca a
nosotros, así como se presen tó a Ev a (Génesis 3: 1-5).
El Espíritu Santo controla nuestras mentes a través de
la verdad (Juan 17:17; 1 Juan 5:6), pero el diablo trata de
controlarlas a través de mentiras.
TU NO TIENES QUE PREOCUPARTE

Cuando creemos una mentira, damos la ventaja a Satanás.


"Todo lo honesto, todo lo justo". Esto significa "digno de respeto y recto".
Hay muchas cosas que no son respetables, y los creyentes no deben
pensar en ellas.
Esto no quiere decir que escondamos la cabeza en la arena para
evitar todo aquello que es incómodo y que desagrada, sino significa que
no enfoquemos nuestra atención en las cosas deshonrosas y que no
permitamos que éstas controlen nuestros pensamientos.

"Todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre”.


Puro probablemente se refiere a la pureza moral, ya que la gente de
entonces, así como la de ahora, era constantemente atacada por
tentaciones de impureza sexual (Efesios 4:17-24; 5:8-12). Amable quiere
decir "hermoso, atractivo". De buen nombre significa "digno de nuestra
conversación, que atrae" . El creyente debe concentrarse en los más altos
y nobles pensamientos, no en los bajos y corruptos pensamientos de este
mundo.
TU NO TIENES QUE PREOCUPARTE

"Si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza". Si


tiene virtud, nos motivará a ser mejores, y si es digno de
alabanza, es digno de encomendárselo a otros. Ningún
creyente debe desperdiciar poder mental en pensamientos
que lo hagan decaer o que hagan tropezar a otros si tales
pensamientos fuesen compartidos.

Si comparas esta lista con la descripción que David da


de la Palabra de Dios en el Salmo 19:7-9, verás un parecido
notable. El creyente que llena su corazón y su mente con la
Palabra de Dios fácilmente podrá reconocer los
pensamientos malos. "Mucha paz tienen los que aman tu ley,
y no hay para ellos tropiezo" (Salmo 119:165). Pensamientos
correctos son el resultado de la meditación diaria en la
Palabra de Dios.
TU NO TIENES QUE PREOCUPARTE

La tercera condición para la mente segura


es la de:
3. Vivir correctamente (4:9)
No se puede separar la acción externa de la actitud
interna El pecado siempre resulta en intranquilidad (a menos
que la conciencia esté cauterizada), y la pureza debe traer
consigo la paz. "Y el efecto de la justicia será paz" (Isaías 32:
17). "Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente
pura, después pacífica" (Santiago 3: 17).

Vivir correctamente es un requisito para experimentar


la paz de Dios. Pablo liga cuatro actividades: "aprendisteis y
recibisteis" y '''oísteis y visteis’
TU NO TIENES QUE PREOCUPARTE

Una cosa es aprender una verdad, y otra es recibirla y hacerla


parte de nuestro hombre interior (ve 1 Tesalonicenses 2:13). No es
suficiente llenar la cabeza con conocimientos; debemos también tener
verdades en el corazón.
En su ministerio, Pablo no sólo enseñó la Palabra, sino que
también la vivió para que los oyentes vieran la verdad en su vida. La
experiencia de Pablo debe ser la nuestra. Debemos aprender la Palabra,
recibirla, oírla y practicarla. "Sed hacedores de la Palabra y no tan
solamente oidores" (Santiago 1 :22).

"La paz de Dios" es una de las pruebas para determinar si


estamos en la voluntad de Dios. "Y la paz de Dios gobierne en vuestros
corazones" (Colosenses 3:15).
Si estamos caminando con el Señor, entonces la paz de Dios y el
Dios de paz ejercitarán su influencia en nuestros corazones. Cada vez que
desobedezcamos, perdemos esa paz y estamos conscientes de que
hemos hecho algo malo. La paz de Dios es el árbitro que nos llama la
atención.
TU NO TIENES QUE PREOCUPARTE

Orar correctamente, pensar correctamente y vivir


correctamente son los requisitos para tener la mente segura y la
victoria sobre la preocupación. Así como Filipenses 4 es el "capítulo
dela paz" del Nuevo Testamento, Santiago 4 es el "capítulo de la guerra”.
Comienza con una pregunta: " ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos
entre vosotros?“

Santiago explica las causas de la guerra: orar incorrectamente


("Pedís, y no recibís porque pedís mal", v.3); pensar incorrectamente ('
'Purificad vuestros corazones vosotros de doble ánimo", v.8); y vivir
incorrectamente (" ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad
contra Dios?", v.4). No hay otra alternativa: o rendimos nuestros
corazones y mentes al Espíritu de Dios y oramos, pensamos y vivimos
correctamente, o nos rendimos a la carne para ser destrozados por la
preocupación.

¡No hay necesidad de afanarse! La preocupación es un pecado. (¿Has


leído Mateo 6:24~34 últimamente?) Ya que la paz de Dios nos guarda y el
Dios de paz nos guían ¿por qué hemos de preocuparnos?
TU NO TIENES QUE PREOCUPARTE

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