La importancia del canto en
la liturgia
Ven, Espíritu Divino manda tu luz
desde el cielo.
Padre amoroso del pobre; don, en tus
dones espléndido;
luz que penetra las almas; fuente del
mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma, descanso
de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo, brisa en las
horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas y
reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma, divina
luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre, si tú le faltas
por dentro;
mira el poder del pecado, cuando no
¿QUÉ
SABEMOS?
NUESTRAS
BASES…
• CONCILIO VATICANO II
Dei Verbum
Lumen Gentium
Gaudium et Spes
Sacrosanctum Concilium
• INSTRUCCIÓN GENERAL AL
MISAL ROMANO
Liturgia…
Liturgia
• Es el ejercicio del sacerdocio de
Jesucristo. En ella los signos sensibles
significan y, cada uno a su manera,
realizan la santificación del hombre, y así
el Cuerpo Místico de Jesucristo, es decir,
la Cabeza y sus miembros, ejerce el culto
público íntegro.
•
• En consecuencia, toda
celebración litúrgica, por
ser obra de Cristo
sacerdote y de su Cuerpo,
que es la Iglesia, es acción
sagrada por excelencia,
cuya eficacia, con el
mismo título y en el mismo
grado, no la iguala ninguna
otra acción de la Iglesia.
• La Iglesia respeta y
promueve el genio y las
cualidades peculiares de las
distintas razas y pueblos.
Estudia con simpatía y, si
puede, conserva integro lo
que en las costumbres de
los pueblos encuentra que
no esté indisolublemente
vinculado a supersticiones y
errores, y aun a veces lo
acepta en la misma Liturgia,
con tal que se pueda
armonizar con el verdadero
y auténtico espíritu litúrgico.
Sobre la música…
Amonesta el Apóstol a los fieles que se
reúnen esperando unidos la venida de su
Señor, que canten todos juntos salmos,
himnos y cánticos inspirados (Col 3,16).
Pues el canto es signo de la exultación
del corazón (Hch 2, 46).
De ahí que San
Agustín dice con
razón: “Cantar es
propio del que
ama”, mientras que
ya de tiempos muy
antiguos viene el
proverbio: “Quien
canta bien, ora dos
veces”.
La tradición musical de
la Iglesia universal
constituye un tesoro de
valor inestimable, que
sobresale entre las
demás expresiones
artísticas, principalmente
porque el canto sagrado,
unido a las palabras,
constituye una parte
necesaria o integral de la
Liturgia solemne.
La música sacra, por consiguiente, será tanto
más santa cuanto más íntimamente esté
unida a la acción litúrgica, ya sea expresando
con mayor delicadeza la oración o
fomentando la unanimidad, ya sea
enriqueciendo la mayor solemnidad los ritos
sagrados.
• La Iglesia reconoce el canto gregoriano como el propio de
la liturgia romana; en igualdad de circunstancias, por
tanto, hay que darle el primer lugar en las acciones
litúrgicas.
• Los demás géneros de música sacra, y en particular la
polifonía, de ninguna manera han de excluirse en la
celebración de los oficios divinos, con tal que respondan
al espíritu de la acción litúrgica
• Foméntese con empeño
el canto religioso
popular, de modo que
en los ejercicios
piadosos y sagrados y
en las mismas acciones
litúrgicas, de acuerdo
con las normas y
prescripciones de las
rúbricas, resuenen las
voces de los fieles.
• Como en ciertas
regiones,
principalmente en las
misiones, hay pueblos
con tradición musical
propia que tiene
mucha importancia
en su vida religiosa y
social, dese a esta
música la debida
estima y el lugar
correspondiente no
sólo al formar su
sentido religioso, sino
también al acomodar
el culto a su
idiosincrasia
• En el culto divino se
pueden admitir otros
instrumentos, a juicio y
con el consentimiento de
la autoridad eclesiástica
territorial competente,
siempre que sean aptos
o puedan adaptarse al
uso sagrado, convengan
a la dignidad del templo
y contribuyan realmente
a la edificación de los
fieles.
Cantos
propios de la
misa
CANTOS VARIABLES:
CANTOS
aquellos que
INVARIABLES: son un
acompañan un rito
rito en sí mismos, su
de la misa, tienen
letra está escrita en
una letra particular
el Misal romano
pero no propia
Cantos
variables
• Entrada
• Ofertorio
• Comunión
• Salida
Cantos invariables
• Señor ten piedad
• Gloria a Dios en el cielo
• Aleluya
• Santo
• Cordero
Entrada
• Estando el pueblo reunido, cuando avanza el sacerdote con el diácono
y con los ministros, se da comienzo al canto de entrada.
• La finalidad de este canto es abrir la celebración, promover la unión
de quienes se están congregados e introducir su espíritu en el misterio
del tiempo litúrgico o de la festividad, así como acompañar la
procesión del sacerdote y los ministros.
Particularidades del canto
Señor ten piedad
• Después del acto penitencial, se
tiene siempre el Señor, ten piedad, a
no ser que quizás haya tenido lugar
ya en el mismo acto penitencial.
• Por ser un canto con el que los
fieles aclaman al Señor e imploran
su misericordia, deben hacerlo
ordinariamente todos, es decir, que
tanto el pueblo como el coro o el
cantor, toman parte en él.
Gloria a Dios en el
cielo
• El Gloria es un himno antiquísimo y venerable con el
que la Iglesia, congregada en el Espíritu Santo, glorifica
a Dios Padre y glorifica y le suplica al Cordero. El texto
de este himno no puede cambiarse por otro.
• Si no se canta, lo dirán en voz alta todos
simultáneamente, o en dos coros que se responden el
uno al otro.
• Se canta o se dice en voz alta los domingos fuera de los
tiempos de Adviento y de Cuaresma, en las
solemnidades y en las fiestas, y en algunas
celebraciones peculiares más solemnes.
Aleluya
• Después de la lectura, que precede inmediatamente
al Evangelio, se canta el Aleluya u otro canto
determinado por las rúbricas, según lo pida el tiempo
litúrgico. Esta aclamación constituye por sí misma
un rito, o bien un acto, por el que la asamblea de los
fieles acoge y saluda al Señor, quien le hablará en el
Evangelio, y en la cual profesa su fe con el canto.
Ofertorio
• Al comienzo de la Liturgia Eucarística se llevan al altar los dones que
se convertirán en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo.
• Acompaña a esta procesión en la que se llevan los dones, el canto del
ofertorio (cfr. n.37 b), que se prolonga por lo menos hasta cuando los
dones hayan sido depositados sobre el altar.