Bueno Testarudo, déjame contarte una historia para que veas que la Biblia funciona y vale la pena obedecerla. Había una vez un niño llamado Pedro que no quería obedecer a sus padres cuando le decían que no cruzara la calle solo. Un día Pedro decidió cruzar la calle solo a pesar de las advertencias y tuvo un accidente. La Biblia dice que debemos obedecer a nuestros padres, y si Pedro la hubiera obedecido, no habría tenido ese accidente. ¿Entiendes que a veces es mejor obedecer aunque no lo entendamos