El documento describe el canto gregoriano, un tipo de canto llano utilizado en la liturgia católica que surge en el siglo I d.C. Aunque se atribuye su recopilación al Papa Gregorio Magno en el siglo VI, ya existía con anterioridad. Se caracteriza por ser monódico, religioso, de ritmo libre y cantado en latín. Describe también la liturgia de las horas y la misa, donde se utiliza este canto.