1) El documento argumenta que nadie puede ofender a otra persona, sino que son las propias expectativas de cómo deberían comportarse los demás las que causan daño. 2) Señala que las personas no nos pertenecen y debemos dejarlas ser libres para guiar sus propias vidas en lugar de tratar de controlarlas. 3) Propone dejar ir el rencor perdonando a otros y a uno mismo, aceptando que la perfección no existe y disfrutando del presente.