El síndrome de Cotard, descrito por Jules Cotard en 1880, se caracteriza por delirios nihilistas en los pacientes, quienes niegan la existencia de su propio ser y presentan severas alteraciones en la percepción corporal. Está asociado a alteraciones en el flujo cerebral y neurotransmisores, siendo más común en personas con trastorno depresivo mayor y otras patologías. El tratamiento incluye abordar la condición subyacente, fármacos como antidepresivos y neurolépticos, y terapias no farmacológicas, aunque la terapia electroconvulsiva continúa siendo polémica por sus efectos adversos.