El sistema de propiedad inmueble chileno se basa en el registro conservatorio de bienes raíces creado por Bello en el Código Civil. Este registro contiene tres libros principales: el registro de propiedad, el registro de hipotecas y gravámenes, y el registro de interdicciones y prohibiciones de enajenar. El conservador es el encargado de llevar estos registros y tiene la función pasiva de inscribir los títulos presentados, siempre que cumplan con los requisitos legales.