El Concilio Vaticano II fue un concilio ecuménico convocado por el Papa Juan XXIII en 1962 para debatir asuntos de doctrina y disciplina en la Iglesia Católica. Juan XXIII anunció su intención de convocar el concilio en 1959 pero no fue hasta 1961 que hizo el anuncio oficial. El concilio se reunió en cuatro asambleas entre 1962 y 1965 debido a la complejidad de los temas, en lugar de las una o dos asambleas inicialmente planeadas.