Adviento
- 1. EL REINO ESTÁ DENTRO DE NOSOTROS ¿Te visitas a ti mismo con regularidad? (RUMI) Una tarea para el Adviento… Una mirada desde Mateo 25, 31-44 “EL OS MANTENDRÁ FIRMES HASTA EL FINAL PARA QUE SEPÁIS ABAJAROS HASTA LOS MÁS PEQUEÑOS…” Mientras no nos cambiemos al Dios de Jesús, estamos lejos del Reino. El Reino de Dios está dentro, no fuera, está en la ¿A dónde tengo que bajar yo? disposición de servir, ¿A dónde tenemos que bajar como comunidad? está en la necesidad de agradecer el bien recibido, está en la idea clara de que “Dios no está, pero sus hijos sí. Dios no está, pero yo sí estoy”. Bajar tiene ese sentido Mirad, Dios, el Señor, llega con fuerza y nos salva al encontrarnos con el desnudo y herido "¿Cuándo vi tu sufrimiento ¿A quién consuelo yo? y no te consolé? ¿Cuándo no ¿Qué entendemos por “consolad a mi pueblo”? vi tu fuerza en la mano ¿Cómo acojo y acogemos la fuerza del Señor? solidaria, en el camino del ¿Cómo la podemos hacer visible y operativa? desierto, en la esquina de las ciudades, en el pan compartido, en el abrazo no esperado, 29 NOVIEMBRE 2011 1
- 2. en el tiempo sin medida, en la plegaria sencilla, en la esperanza alentada…?. A Dios no lo encontramos en el templo y las normas. Lo encontramos en la convivencia, en el trabajo en pro de la justicia, en el silencio entregado, en la normalidad de la vida. La fuerza de Dios está en el corazón de quien busca el bien y la paz para sí y para todos, en el quehacer y rutina cotidiana, en la alegría y el dolor propio y ajeno… La fuerza de Dios está en el consuelo que damos a quienes están desconsolados y afligidos… “JUAN NO ERA LA LUZ, SINO TESTIGO DE LA LUZ... Y LA LUZ ALEGRÓ NUESTRA VIDA Y NOS FORTALECIÓ PARA ALLANAR LOS CAMINOS DEL MUNDO” Allanamos los caminos cuando colaboramos en el empeño de liberar a las personas del mal. Las personas somos liberadas del mal cuando podemos vivir como hijos, nos reconocemos ¿Qué caminos estamos llamadas a allanar en como nuestra vida personal, comunitaria, ciudadana? hermanos, ¿Qué alegría hay en nosotras? conocemos a nuestro padre, nos ¿Cómo podemos alegrar a nuestro pueblo? sentimos familia, cuando nuestras relaciones se basen en el respeto y en el perdón. Entonces somos testigos de la luz que es Cristo. La clave está en que sólo desde el despojo de toda pretensión, podemos ser testigos de la Luz, que es el Señor. Y sólo desde el despojo podemos recibir la alegría de la Buena Noticia que es Jesús “NO TEMAS, MARÍA, CONCEBIRÁS EN TU VIENTRE Y DARÁS A LUZ UN HIJO QUE SE LLAMARÁ ENMANUEL (Dios con nosotros)” Nuestra vida se debate entre el temor y la confianza. Entre la tensión de la ¿Qué vida concibo en mi corazón? necesidad de ser habitadas por Dios y ¿Qué proyectos hay en nosotras? los “otros” y la dificultad de hospedar a ¿Cómo agradecemos la vida? Dios y a los otros. Ahí está el camino de ¿Cómo creemos en el ENMANUEL? Adviento, que pasa por una mujer pequeña, insignificante y fiel, un lugar despreciado y pobre y un mensaje sólo entendido por quienes nada tienen y nada esperan de ellos mismos María de Nazaret, cantadora del Magníficat, servidora de Isabel: ¡quédate también con nosotros, que está por llegar el Reino!; quédate con nosotros, María, con la humildad de tu fe, capaz de acoger la Gracia; quédate con nosotros, con el Verbo que iba creciendo en ti, humano y Salvador, judío y Mesías, Hijo de Dios e hijo tuyo, nuestro Hermano, Jesús. Amén 29 NOVIEMBRE 2011 2