El documento discute la importancia de la infraestructura para el desarrollo económico y social de un país. Señala que la infraestructura mejora la productividad y competitividad, lo que reduce la pobreza de manera sostenible. Sin embargo, Perú tiene una gran brecha de infraestructura estimada en US$159,000 millones, y carece de un plan nacional de infraestructura a largo plazo. Además, la cartera actual de proyectos es insuficiente para cerrar la brecha.