Satanás decidió liquidar parte de su stock de tentaciones y ofrecerlas a la venta a bajo precio. Entre los objetos a la venta se encontraban piedras para hacer tropezar a los virtuosos, espejos y anteojos que distorsionaban la percepción de uno mismo y de los demás, y grabadoras que sólo registraban chismes y mentiras. Satanás animaba a los compradores a llevarse los objetos sin preocuparse por el precio con el fin de adaptarse a los nuevos tiempos. Las herramientas más usadas y car