La leyenda cuenta la historia de un inuit y un tuniq que no podían convivir debido a sus diferencias. Un día, mientras cazaban en una niebla espesa, el inuit salvó al tuniq de un oso utilizando su hacha. Como agradecimiento, el espíritu de la niebla envolvió a los dos hombres para siempre en la niebla, uniéndolos a pesar de sus diferencias. La leyenda explica el origen de la niebla según la cultura inuit de Canadá.