Las bibliotecas deben adaptarse a los cambios tecnológicos para mantenerse relevantes. Deben utilizar las herramientas de la Web 2.0 como redes sociales y contenido en línea para atraer a más usuarios y satisfacer sus necesidades cambiantes. Las bibliotecas del futuro serán tanto físicas como virtuales, colaborando con otras organizaciones para brindar acceso a una variedad de servicios.