El evangelio presenta las palabras de Jesús sobre el fin de los tiempos y la destrucción de Jerusalén, utilizando un lenguaje apocalíptico lleno de símbolos. Jesús advierte a sus discípulos que verán grandes sufrimientos pero que al final los elegidos serán salvados. La primera lectura de Daniel también ofrece un mensaje de esperanza, prometiendo la salvación final de Israel. El salmo pide la protección de Dios ante los tiempos difíciles.