El documento discute tres respuestas cristianas comunes al argumento de que la existencia del mal y el sufrimiento contradice la existencia de un Dios todopoderoso y bueno. Primero, Dios no creó el mal ni el sufrimiento, sino que fueron consecuencia del pecado de Satanás y la humanidad. Segundo, el mal y el sufrimiento no son permanentes, ya que Dios restaurará el orden en un nuevo cielo y una nueva tierra. Tercero, Dios mismo experimentó el mal y el sufrimiento a través de Jesuc