La era de los descubrimientos europeos comenzó en el siglo XV y se extendió hasta el siglo XVII, impulsada por mejoras técnicas como las carabelas y la brújula, el conocimiento de las riquezas de otros pueblos, y la búsqueda de nuevas rutas comerciales que evitaran el control musulmán sobre las rutas terrestres. Los europeos hicieron grandes avances geográficos y buscaban también propagar el cristianismo.