La revolución mexicana comenzó en 1910 debido a las malas condiciones económicas, sociales y políticas bajo el gobierno dictatorial de Porfirio Díaz por más de 30 años. Los antecedentes incluyen la expropiación de tierras comunales indígenas y concentración de la riqueza en pocas manos. La revolución resultó en la destrucción del estado porfirista y el establecimiento de elecciones democráticas, aunque también trajo mucha pobreza y desigualdad.