El documento describe el estilo artístico del Manierismo que se desarrolló en Italia entre 1520 y finales del siglo XVI. Se caracterizó por alejarse de las reglas clásicas del Renacimiento e introducir formas más elongadas, dinámicas y antinaturalistas. Este estilo se aplicó a la arquitectura, pintura y escultura produciendo obras con composiciones en espiral, figuras retorcidas y énfasis en efectos visuales de luces y sombras.