Tres entrevistas describen cómo la educación de los hijos y la disciplina eran diferentes en el pasado. Los padres eran más estrictos, castigaban a los hijos que se portaban mal en la escuela prohibiéndoles salir, y no permitían que los hijos salieran solos porque era peligroso. También se esperaba que los hijos se retiraran cuando dos adultos estaban hablando, como una muestra de respeto.