La Ley de Charles establece que el volumen de un gas es directamente proporcional a su temperatura cuando la presión se mantiene constante. Específicamente, cuando aumenta la temperatura de un gas, su volumen también aumenta debido a que las moléculas se mueven más rápido y chocan con las paredes del recipiente con más frecuencia. Matemáticamente, esta relación se expresa como V1/T1 = V2/T2, donde V es el volumen y T la temperatura.