El documento argumenta que es necesario tener un plan para cumplir con la misión de Dios y evitar la vergüenza de comenzar algo sin terminarlo. Citando a Jesús, señala que se deben calcular los costos y recursos necesarios antes de comenzar una tarea. Un plan permite cumplir la misión, conocer los recursos requeridos y involucrar a otros en el ministerio. Se concluye instando a orar para que Dios provea Su plan.