La política educativa para la primera infancia busca garantizar la atención integral de los niños entre 0 y 5 años, especialmente de familias pobres, a través de programas que involucren a la familia, comunidad e instituciones. El objetivo es certificar 80 entidades territoriales, capacitar funcionarios, y formar 176.000 agentes educativos en salud e inicial para beneficiar a 400.000 niños.