La doctrina social de la Iglesia ayuda a la sociedad aplicando las enseñanzas de Jesucristo a la vida en sociedad para buscar la salvación de las almas. Se basa en principios como amar a Dios y al prójimo, la dignidad de la persona humana y el bien común. A lo largo de la historia, las encíclicas papales han abordado temas sociales, económicos y políticos para promover la justicia social. La doctrina social tiene un fundamento teológico y es expresión del magisterio de la Iglesia