Daniel Carrión nació en 1857 en Cerro de Pasco, Perú. Estudió medicina y se inoculó voluntariamente con la enfermedad de la verruga peruana en 1885 para investigarla, falleciendo dos semanas después y demostrando que era la misma enfermedad que la fiebre de Oroya. A pesar de ser peruano, su rostro fue europeizado en retratos para suavizar sus rasgos andinos en una época de racismo.