El documento detalla el primer discurso público de Pedro tras el evento de Pentecostés, donde explica lo sucedido, cita al profeta Joel y narra la obra de Dios respecto a la pasión y resurrección de Cristo. Pedro utiliza citas bíblicas para argumentar la legitimidad de Jesús como el Mesías, subrayando la importancia de invocar su nombre para la salvación. Este discurso marca un momento clave en la era apostólica, presentando a Pedro como una figura central en la difusión del evangelio.