Usted ama se transfigura y ama, por una eternidad tan provisoria, que hasta el orgullo se le vuelve tierno, y el corazón profético, se convierte en escombros.
Usted ama se transfigura y ama, por una eternidad tan provisoria, que hasta el orgullo se le vuelve tierno, y el corazón profético, se convierte en escombros.