Ernesto viaja con su padre y queda asombrado por los restos del imperio incaico. Más tarde, Ernesto es enviado a un internado en Abancay donde conoce personas de diferentes razas y clases sociales. Sin embargo, una epidemia hace que los estudiantes escapen. Ernesto acepta vivir con su tío, donde conocerá de cerca la brutal explotación de los indígenas por los terratenientes blancos. La obra muestra el choque entre la cultura andina y la occidental a través de la historia de Ernesto.