La disnea es una experiencia subjetiva de incomodidad respiratoria que afecta a una alta proporción de pacientes hospitalizados y ambulatorios, con una prevalencia significativa en adultos mayores. La evaluación y diagnóstico incluyen la revisión de signos clínicos, pruebas de imagen y laboratorio, diferenciando entre causas cardiovasculares y respiratorias. El tratamiento se enfoca en corregir el trastorno subyacente y, en casos necesarios, administrar oxígeno complementario.