El documento describe el movimiento cultural del Neoclasicismo en España durante el siglo XVIII. Se caracterizó por la primacía de la razón ilustrada, el impulso de reformas basadas en modelos franceses, y el establecimiento de instituciones culturales. La literatura neoclásica se guió por principios como la razón, el orden y lo didáctico, promoviendo géneros como el ensayo y criticando el teatro barroco. Figuras claves fueron Feijoo, Jovellanos, Isla y Moratín.