La planificación del entrenamiento infanto-juvenil se basa en establecer objetivos a corto, mediano y largo plazo, considerando las capacidades biológicas, psicológicas y motoras de los deportistas. Se utilizan diferentes tipos de planes y evaluaciones periódicas para adaptar los entrenamientos al desarrollo específico de cada deportista por edad y capacidad física. La metodología incluye mesociclos, microciclos y sesiones de entrenamiento que se organizan para maximizar el rendimiento, evitando la fatiga y priorizando el desarrollo técnico y táctico.