El documento describe varios propósitos y razones para el ayuno. Entre ellos se encuentran: fortalecer el espíritu, acercarse a Dios, recibir instrucciones divinas, aprender humildad, intensificar la oración, sanarse, ganar poder sobre los demonios y enfrentar tiempos difíciles. El ayuno debe practicarse con actitudes de justicia, compasión y dependencia en Dios.