El documento explora la distinción entre liderazgo y administración, destacando que el liderazgo implica facultar a las personas y gestionar el cambio, mientras que la administración se centra en controlar y organizar recursos. Se presentan criterios para el liderazgo efectivo, incluyendo la fijación de una visión, la demostración de carácter y el enfoque en resultados equilibrados y altruistas. Finalmente, se resalta la importancia del trabajo adaptativo en el liderazgo, donde se requiere un aprendizaje en conflicto con valores y prácticas establecidas.