Este documento presenta los hallazgos de una investigación sobre los cambios en el cortejo entre las nuevas generaciones en una comunidad rural en el sur de Puebla, México. Se encontró que las expresiones emocionales y la distancia física entre parejas han cambiado, con más contacto físico como besos ahora permitidos. También hay más libertad para las mujeres y roles de género más flexibles, aunque persisten presiones culturales. Los jóvenes ahora tienen varias novias a la vez y más espacios y horarios para el cortejo.