La citología ha sido importante para el diagnóstico del cáncer desde mediados del siglo XIX. El papel del citotécnico es evaluar las células recolectadas de muestras para identificar tumores malignos y otras patologías. El citotécnico debe tener experiencia para identificar lesiones precancerosas y cancerosas de manera precisa bajo el microscopio a pesar de posibles limitaciones en la muestra. La citología permite diagnósticos que guían el tratamiento adecuado.