El Renacimiento se desarrolló en Italia a partir del siglo XV, promoviendo la recuperación del arte clásico griego y romano. Los artistas renacentistas se inspiraron en las proporciones ideales del cuerpo humano y la mitología clásica. El arte renacentista se caracterizó por el uso de la perspectiva, la simetría y las proporciones matemáticas para representar de forma naturalista la belleza humana y el mundo físico.