El documento aborda el juicio divino, explicando que Dios juzgará todas las acciones humanas, buenas o malas, y que todos comparecerán ante el tribunal de Cristo. Se menciona que Jesucristo es el juez y abogado, y las acciones estarán registradas en los libros del cielo. Además, se insta a la fe y obediencia a Jesús como medio para la salvación y la vida eterna.