María es presentada en tres pasajes del Antiguo Testamento que son interpretados como profecías de su maternidad virginal y rol en la salvación: 1) Génesis 3:15, que anuncia la enemistad entre la serpiente y la mujer cuyo linaje derrotará a la serpiente; 2) Isaías 7:10-14, que predice que una virgen concebirá a un hijo llamado Emmanuel; 3) Miqueas 5:2-3, que predice que el mesías nacerá en Belén. El evangelio de Lucas describe a María como