SlideShare una empresa de Scribd logo
18



         Estado socialmente responsable y promotor del desarrollo



En aras del dominio del "libre mercado", es decir, de los intereses de las grandes empresas nacionales
y trasnacionales, el proyecto neoliberal de los últimos cuatro gobiernos federales ha impulsado un
profundo debilitamiento del Estado mexicano, sobre todo del poder ejecutivo.
       La Constitución ha sido reformada cientos de veces para adecuarla al proyecto neoliberal y a
su globalización asimétrica. Tales reformas han desmantelado la regulación social -por lo demás
imperfecta y mal aplicada- de los procesos socioeconómicos, para permitir la libre acción del gran
capital nacional y trasnacional a nombre del "adelgazamiento del Estado" y la eficiencia, lo que ha
reducido y debilitado la estructura operativa del poder ejecutivo.
       Paulatinamente, los gobiernos de corte neoliberal han entregado parcial o totalmente al capital
nacional o extranjero infraestructura, servicios sociales, empresas públicas y recursos naturales no
renovables propiedad de la nación, que son estratégicos para la salvaguarda de la soberanía, la
promoción del crecimiento económico y el desarrollo social, y hoy pretenden entregarle el sector
energético --petróleo, energía eléctrica, gas y energía renovable--, mediante instrumentos nocivos y
reñidos con la Constitución y la ley -Contratos de servicios múltiples y Pidiregas-, al tiempo que se
presiona por todos los medios para lograr una reforma legal que les dé cobertura.
       La banca, sucesivamente estatizada y luego privatizada, está hoy casi totalmente en manos del
capital bancario trasnacional, y no cumple su función de otorgar crédito al sector productivo, en
particular a las empresas asociativas, micro, pequeñas y medianas. La banca estatal de desarrollo se
encuentra en crisis y descapitalizada, por lo que no responde a las necesidades de la promoción del
desarrollo económico y su desconcentración territorial.
       La base financiera del Estado está minada y carece de los fondos presupuéstales necesarios
para cumplir su función social, por que se exime del pago de impuestos a los grandes actores
económicos o se les permite, legal o extralegalmente, la evasión de su pago. También afecta
gravemente a la base financiera estatal la práctica de comprometer recursos públicos multimillonarios
en los rescates bancario (FOBAPROA e IPAB), carretero, o azucarero; en suma, rescates de
empresarios ineficientes y aun dolosos.
Mediante la aplicación del mismo proyecto, los gobiernos federales recientes y las mayorías
legislativas han reducido el gasto social, desmantelado o entregado al capital privado servicios
sociales públicos esenciales, abandonando la responsabilidad estatal de garantizar los derechos
humanos y sociales básicos de todos los mexicanos, sustituyéndola por el asistencialismo
compensatorio impulsado por los organismos multinacionales, insuficiente e ineficaz para revertir
los negativos efectos sociales del neoliberalismo.
       El Estado mexicano se ha convertido en un apéndice e instrumento del gran capital nacional y
trasnacional, el cual opera sin reglas conocidas y democráticamente concertadas, y sin obligación
alguna de retribuir a la sociedad parte de los beneficios que obtiene. Se pretende justificar esta
renuncia a las funciones estatales con la ideología neoliberal del Estado facilitador.
       El Estado neoliberal mexicano ha renunciado en la práctica a sus funciones de orientar,
promover y regular el crecimiento económico, la distribución equitativa de sus beneficios y el
desarrollo social, mediante el instrumento anticipador de la planeación democrática, y las ha
transferido a la "libre iniciativa" de los grandes capitales, encubierta bajo el fetiche del mercado;
actúa pragmáticamente, en ausencia de un proyecto de futuro para la nación mexicana. Durante
decenios ha abandonado la aplicación de políticas agrarias, industriales y de empleo, dejándolas al
libre albedrío de las mal llamadas "fuerzas del mercado".
       En aras de insertar al país en la globalización -una inserción subordinada e inequitativa-, el
Estado mexicano ha cedido parte sustantiva de la soberanía y la autodeterminación nacional a
organismos multilaterales poco democráticos, controlados por las potencias mundiales, y ha
claudicado ante sus imposiciones en los órdenes económico y político.
       Sin embargo, estas dos décadas de "adelgazamiento" no han hecho ágiles y eficientes a los
poderes del Estado. La administración pública sigue siendo atrasada y burocrática; los trámites se
multiplican o superponen, lo que acentúa la lentitud de la maquinaria administrativa y eleva los
costos para los gobernados; los funcionarios medios y altos se seleccionan con estrechos criterios
políticos, y hay millones de trabajadores eventuales sin seguridad laboral ni prestaciones sociales.
       Debemos construir un Estado democrático sólido, eficiente, que asuma la responsabilidad de
garantizar los derechos sociales a todos los mexicanos, que sea promotor y orientador del crecimiento
económico sustentable y el desarrollo social equitativo; un estado con capacidad real de actuar en las
emergencias económicas, y sometido a la vigilancia y control permanente del poder legislativo y de
la ciudadanía.
       Es necesario reconstruir, fortalecer y hacer eficiente la estructura institucional operativa del
poder ejecutivo, sobre todo de las instituciones y empresas que gestionan los recursos naturales, los
bienes y servicios estratégicos para la salvaguarda de la soberanía, el crecimiento económico
sustentable y la garantía de los derechos humanos y sociales de todos los mexicanos.
        Hay que mantener bajo control público el sector energético --petróleo, gas, energía eléctrica y
energías renovables--; el manejo del agua para usos domésticos, riego, usos industriales y servicios
urbanos; los sistemas de alcantarillado y tratamiento de aguas residuales, y las vías de comunicación,
sin excluir la asociación regulada con el capital privado o las empresas comunitarias. Se dotaría a las
empresas públicas de autonomía operativa cuando sea necesario, de un régimen fiscal que les permita
un desarrollo competitivo, y de una estructura operativa vigilada que prevenga e impida la corrupción
y la ineficiencia.
        Sin embargo, no es suficiente mantener el control público. Es indispensable un cambio radical
en la política petrolera. México debe pasar de ser un país casi monoproductor de petróleo crudo
destinado a la exportación, a uno que industrialice el recurso en su territorio y se convierta en un
importante exportador de petroquímicos, con el mayor contenido tecnológico y el mayor valor
agregado posibles.
        Debemos, por tanto, ampliar la capacidad de refinación para eliminar las importaciones de
productos destilados que ascienden a más de 2.5 millones de dólares anuales, recuperar la producción
petroquímica y aumentar de manera urgente la producción de gas natural. Con ello se estará
contribuyendo al impulso de nuevas industrias enlazadas, a la generación de empleos estables y bien
remunerados, y a impactar económicamente en el desarrollo regional.
        Hay que establecer legalmente la plataforma de extracción de petróleo crudo y gas en función
de un rango de reposición de reservas que garantice la seguridad energética del país en el largo plazo,
y contribuir a mantener precios internacionales remuneradores. El manejo de las reservas de
hidrocarburos debe enfocarse a prolongar su vida lo más posible --a lo que también contribuirá la
disminución hasta eliminar la exportación de crudo--, con objeto de hacer menos difícil el cambio de
la base energética del país.
        En materia de energía debe cumplirse estrictamente con la ley. Los contratos de servicios
múltiples, firmados por Pemex con consorcios extranjeros para la explotación de gas en la Cuenca de
Burgos --que son violatorios de la Constitución pues esta establece la exclusividad del Estado en la
explotación de los hidrocarburos-- deben ser cancelados.
        La generación privada de energía eléctrica debe ajustarse a lo establecido por la ley, y ponerse
límite a la participación de particulares, para que las empresas eléctricas del Estado no pierdan el
control operativo del sistema eléctrico, y los organismos rectores y reguladores mantengan las
decisiones estratégicas. Las tarifas deben determinarse en función de los costos y deben ser
equitativas, sustentadas en criterios técnicos y económicos, formuladas por nivel de tensión y tipo de
suministro, y sin favorecer o discriminar a sectores específicos de consumidores. Para esto debe
transferirse al Congreso la potestad de fijar los subsidios sin cargo a las empresas eléctricas.
       En el sector eléctrico se requiere mejorar la calidad del servicio, fortalecer la cadena de
generación, transmisión, distribución y comercialización. Se requiere, en particular, modernizar a Luz
y Fuerza del Centro.
       Resulta urgente aprovechar y desarrollar las fuentes de energías alternativas o no
convencionales, como la solar, cólica, la obtenida de la biomasa, las basuras, y las mareas, abriendo
la posibilidad, mediante reformas constitucionales, para la inversión asociada de todo tipo: pública,
privada y mixta. Se debe reforzar la vinculación de los institutos especializados de investigación (HE,
ININ e IMP) con las empresas del sector energético.
       Los poderes legislativo y ejecutivo deberán asumir la función de promover, orientar y regular
el crecimiento económico sostenido y sustentable. El objetivo fundamental de este crecimiento debe
ser la creación de empleos estables, durables, bien remunerados y dotados de seguridad social, para
todos los mexicanos, mediante: la creación de infraestructura y servicios públicos adecuados
cuantitativa y cualitativamente; la aplicación sostenida en el largo plazo de políticas sectoriales
integradas de crecimiento; la concertación de proyectos de desarrollo compartido con las empresas
privadas y comunitarias, con reglas claras de dominio público; el financiamiento preferencial a las
micro, pequeñas y medianas empresas mediante una banca de desarrollo saneada, reestructurada y
fortalecida; y la promoción y apoyo a la innovación tecnológica sustentable social y ambientalmente.
       Bajo la pauta de un proyecto alternativo, el Estado podrá hacer que los derechos sociales
esenciales -alimentación, educación, salud y asistencia social, vivienda, agua potable y saneamiento,
y recreación-, salvaguardados integralmente en la Constitución y reglamentados en las leyes, sean
progresivamente una garantía para toda la población, prioritariamente para los sectores de más bajos
ingresos, mediante instituciones sólidas y eficientes, con los recursos económicos, humanos y
materiales necesarios para asegurar la cobertura universal. Debemos mantener a las instituciones de
seguridad social en la esfera pública, dirigidas por los representantes de los asegurados y de la
administración pública.
       Debemos construir una planeación estratégica integral del desarrollo, con visión de largo
plazo, como proceso permanente a cargo de instituciones públicas autónomas con amplia
participación ciudadana y de los distintos ámbitos de gobierno, que sea sometida a aprobación
legislativa y a la evaluación y vigilancia ciudadana de su cumplimiento.
       Esa forma de planeación servirá de marco a la acción gubernamental y de orientación y
regulación de los diversos actores sociales.
La información transparente y la contraloría ciudadanizada de la administración pública deben
convertirse en el instrumento social de lucha contra la corrupción y el despilfarro en la función
gubernamental y legislativa.
       La construcción de una estructura administrativa eficiente deberá reposar sobre la
profesionalización de la función pública --servicio civil de carrera--, la eliminación del trabajo
eventual hecho permanente, la calificación continua del personal, la simplificación administrativa y
su modernización, la democratización plena del sindicalismo estatal y la lucha contra la corrupción y
el despilfarro.
       La nación necesita de sus fuerzas armadas. De ellas debe recibir garantías para su seguridad
ante amenazas externas y desastres naturales, la seguridad de la permanencia de las instituciones
nacionales definidas por el Congreso, y la garantía de la soberanía nacional. Estas responsabilidades
son y deben ser exclusivas de nuestro ejército y armada. Sus responsabilidades son las más altas e
implican la integridad misma de la nación.
       Por ello, las fuerzas armadas no debieran ser inmiscuidas en actividades que son propias de
otras instituciones de naturaleza civil, como es el caso de la investigación y lucha contra el crimen
organizado, incluido el narcotráfico.
       La participación del ejército en actividades de investigación y seguimiento de
narcotrafícantes, independientemente de sus logros, ha dado lugar a su propia contaminación. La
participación de altos jefes militares en las actividades que ellos deberían impedir, nos muestra la
gravedad del problema.

Más contenido relacionado

DOC
PPT
Comparación de ‘decálogos’ de Calderón y AMLO
PPTX
PresentacióN1
DOCX
Guia n°1 de economia social morena flores 6to b
ODP
Tema10
PDF
Resolutivos Mesa 1
DOC
La reforma a las regalías 2013
PPT
Raquel Salabarría - Políticas Públicas y modelos de desarrollo en América Latina
Comparación de ‘decálogos’ de Calderón y AMLO
PresentacióN1
Guia n°1 de economia social morena flores 6to b
Tema10
Resolutivos Mesa 1
La reforma a las regalías 2013
Raquel Salabarría - Políticas Públicas y modelos de desarrollo en América Latina

La actualidad más candente (20)

PDF
Agenda legislativa PRD Senador enero 2016
PDF
Iniciativa de Ley de Austeridad Republicana
PPTX
Reformas Estructurales Esem
DOC
Hacia una regulación económica eficiente rafael v. castañeda lipa -perú
PPTX
Plan de transicion a la democracia
DOCX
Análisis de caso n°1
PDF
Boletin 5
ODP
PDF
Diptico 0
DOCX
comparación de Impuestos en latinoamerica
PDF
Desplegado Tarifa Social Encuentro Vf
DOCX
ARGENTINA NEOLIBERAL
PPT
Prolegonemos sobre la situación política, social y económica de puerto ric...
ODP
PDF
'El peso de la ley', josé maría rotellar, profesor de la Universidad Francisc...
PDF
Manifiesto socialismo-y-ciudadania
PPS
La Reforma del Estado y la Modernizacion de la Administracion Publica
PDF
Programa UIPE
PDF
Tendencias
DOCX
Estudio comparativo de impuestos en america latina
Agenda legislativa PRD Senador enero 2016
Iniciativa de Ley de Austeridad Republicana
Reformas Estructurales Esem
Hacia una regulación económica eficiente rafael v. castañeda lipa -perú
Plan de transicion a la democracia
Análisis de caso n°1
Boletin 5
Diptico 0
comparación de Impuestos en latinoamerica
Desplegado Tarifa Social Encuentro Vf
ARGENTINA NEOLIBERAL
Prolegonemos sobre la situación política, social y económica de puerto ric...
'El peso de la ley', josé maría rotellar, profesor de la Universidad Francisc...
Manifiesto socialismo-y-ciudadania
La Reforma del Estado y la Modernizacion de la Administracion Publica
Programa UIPE
Tendencias
Estudio comparativo de impuestos en america latina
Publicidad

Similar a 18 estado socialmente (20)

DOCX
La etica energetica
PDF
"Manifiesto nacional por la soberanía, el trabajo y la producción"
PDF
Plataforma Libertad Avanza
DOCX
SECTOR PUBLICO: “FUNCIONES Y DIMENSIONES DEL GOBIERNO, GASTOS E IMPUESTOS Y P...
DOC
4 patron desarrollo
PPT
Candidato: Pino Solanas
PDF
Carta a los futuros Legisladores y Gobernantes Circulo de Empresarios
PPTX
Glosario 3
PPTX
Mariangel garcia sse
PDF
DOC
Definición de estado regulador
PDF
Reforma a la Ley de Contrataciones Públicas. Venezuela 2014
DOC
3 sociedad igualitaria
PDF
Empresas de produccion social
PPTX
7 ejes de desarrollo
PDF
Tarea bloque 1
PDF
SEMANA 1.pdf
PDF
Ley de economia popular
PDF
PROGRAMA DE GOBIERNO MAS-IPSP PARA LAS ELECCIONES GENERALES 2025
DOC
Reforma Energetica_PAN
La etica energetica
"Manifiesto nacional por la soberanía, el trabajo y la producción"
Plataforma Libertad Avanza
SECTOR PUBLICO: “FUNCIONES Y DIMENSIONES DEL GOBIERNO, GASTOS E IMPUESTOS Y P...
4 patron desarrollo
Candidato: Pino Solanas
Carta a los futuros Legisladores y Gobernantes Circulo de Empresarios
Glosario 3
Mariangel garcia sse
Definición de estado regulador
Reforma a la Ley de Contrataciones Públicas. Venezuela 2014
3 sociedad igualitaria
Empresas de produccion social
7 ejes de desarrollo
Tarea bloque 1
SEMANA 1.pdf
Ley de economia popular
PROGRAMA DE GOBIERNO MAS-IPSP PARA LAS ELECCIONES GENERALES 2025
Reforma Energetica_PAN
Publicidad

Más de Gabriel Moreno Cordero Jr. (20)

PDF
Anonimo susurro desde una epoca distante
PDF
Anonimo romance del enamorado y la muerte
PDF
Anonimo retazos de historia de los reinos olvidados
PDF
Anonimo refundicion ley propiedad horizontal
PDF
Anonimo recetas2
PDF
PDF
Anonimo real academia - gramatica castellana
PDF
Anonimo onu - declaracion universal de derechos humanos
PDF
Anonimo monologos club de la comedia
PDF
Anonimo mitologia universal
PDF
Anonimo marcos-eta-garzon la izquierda en la encrucijada
PDF
Anonimo manual del perfecto ateo
PDF
Anonimo libro de apolonio
PDF
Anonimo libro de alexandre
PDF
Anonimo las mejores citas de inspiracion
PDF
Anonimo las 17 reglas del exito
PDF
Anonimo la vuelta a los vegetales
PDF
Anonimo historia de las matematicas
PDF
Anonimo historia antigua. proximo oriente y egipto
PDF
Anonimo historia de la familia giovanni
Anonimo susurro desde una epoca distante
Anonimo romance del enamorado y la muerte
Anonimo retazos de historia de los reinos olvidados
Anonimo refundicion ley propiedad horizontal
Anonimo recetas2
Anonimo real academia - gramatica castellana
Anonimo onu - declaracion universal de derechos humanos
Anonimo monologos club de la comedia
Anonimo mitologia universal
Anonimo marcos-eta-garzon la izquierda en la encrucijada
Anonimo manual del perfecto ateo
Anonimo libro de apolonio
Anonimo libro de alexandre
Anonimo las mejores citas de inspiracion
Anonimo las 17 reglas del exito
Anonimo la vuelta a los vegetales
Anonimo historia de las matematicas
Anonimo historia antigua. proximo oriente y egipto
Anonimo historia de la familia giovanni

18 estado socialmente

  • 1. 18 Estado socialmente responsable y promotor del desarrollo En aras del dominio del "libre mercado", es decir, de los intereses de las grandes empresas nacionales y trasnacionales, el proyecto neoliberal de los últimos cuatro gobiernos federales ha impulsado un profundo debilitamiento del Estado mexicano, sobre todo del poder ejecutivo. La Constitución ha sido reformada cientos de veces para adecuarla al proyecto neoliberal y a su globalización asimétrica. Tales reformas han desmantelado la regulación social -por lo demás imperfecta y mal aplicada- de los procesos socioeconómicos, para permitir la libre acción del gran capital nacional y trasnacional a nombre del "adelgazamiento del Estado" y la eficiencia, lo que ha reducido y debilitado la estructura operativa del poder ejecutivo. Paulatinamente, los gobiernos de corte neoliberal han entregado parcial o totalmente al capital nacional o extranjero infraestructura, servicios sociales, empresas públicas y recursos naturales no renovables propiedad de la nación, que son estratégicos para la salvaguarda de la soberanía, la promoción del crecimiento económico y el desarrollo social, y hoy pretenden entregarle el sector energético --petróleo, energía eléctrica, gas y energía renovable--, mediante instrumentos nocivos y reñidos con la Constitución y la ley -Contratos de servicios múltiples y Pidiregas-, al tiempo que se presiona por todos los medios para lograr una reforma legal que les dé cobertura. La banca, sucesivamente estatizada y luego privatizada, está hoy casi totalmente en manos del capital bancario trasnacional, y no cumple su función de otorgar crédito al sector productivo, en particular a las empresas asociativas, micro, pequeñas y medianas. La banca estatal de desarrollo se encuentra en crisis y descapitalizada, por lo que no responde a las necesidades de la promoción del desarrollo económico y su desconcentración territorial. La base financiera del Estado está minada y carece de los fondos presupuéstales necesarios para cumplir su función social, por que se exime del pago de impuestos a los grandes actores económicos o se les permite, legal o extralegalmente, la evasión de su pago. También afecta gravemente a la base financiera estatal la práctica de comprometer recursos públicos multimillonarios en los rescates bancario (FOBAPROA e IPAB), carretero, o azucarero; en suma, rescates de empresarios ineficientes y aun dolosos.
  • 2. Mediante la aplicación del mismo proyecto, los gobiernos federales recientes y las mayorías legislativas han reducido el gasto social, desmantelado o entregado al capital privado servicios sociales públicos esenciales, abandonando la responsabilidad estatal de garantizar los derechos humanos y sociales básicos de todos los mexicanos, sustituyéndola por el asistencialismo compensatorio impulsado por los organismos multinacionales, insuficiente e ineficaz para revertir los negativos efectos sociales del neoliberalismo. El Estado mexicano se ha convertido en un apéndice e instrumento del gran capital nacional y trasnacional, el cual opera sin reglas conocidas y democráticamente concertadas, y sin obligación alguna de retribuir a la sociedad parte de los beneficios que obtiene. Se pretende justificar esta renuncia a las funciones estatales con la ideología neoliberal del Estado facilitador. El Estado neoliberal mexicano ha renunciado en la práctica a sus funciones de orientar, promover y regular el crecimiento económico, la distribución equitativa de sus beneficios y el desarrollo social, mediante el instrumento anticipador de la planeación democrática, y las ha transferido a la "libre iniciativa" de los grandes capitales, encubierta bajo el fetiche del mercado; actúa pragmáticamente, en ausencia de un proyecto de futuro para la nación mexicana. Durante decenios ha abandonado la aplicación de políticas agrarias, industriales y de empleo, dejándolas al libre albedrío de las mal llamadas "fuerzas del mercado". En aras de insertar al país en la globalización -una inserción subordinada e inequitativa-, el Estado mexicano ha cedido parte sustantiva de la soberanía y la autodeterminación nacional a organismos multilaterales poco democráticos, controlados por las potencias mundiales, y ha claudicado ante sus imposiciones en los órdenes económico y político. Sin embargo, estas dos décadas de "adelgazamiento" no han hecho ágiles y eficientes a los poderes del Estado. La administración pública sigue siendo atrasada y burocrática; los trámites se multiplican o superponen, lo que acentúa la lentitud de la maquinaria administrativa y eleva los costos para los gobernados; los funcionarios medios y altos se seleccionan con estrechos criterios políticos, y hay millones de trabajadores eventuales sin seguridad laboral ni prestaciones sociales. Debemos construir un Estado democrático sólido, eficiente, que asuma la responsabilidad de garantizar los derechos sociales a todos los mexicanos, que sea promotor y orientador del crecimiento económico sustentable y el desarrollo social equitativo; un estado con capacidad real de actuar en las emergencias económicas, y sometido a la vigilancia y control permanente del poder legislativo y de la ciudadanía. Es necesario reconstruir, fortalecer y hacer eficiente la estructura institucional operativa del poder ejecutivo, sobre todo de las instituciones y empresas que gestionan los recursos naturales, los
  • 3. bienes y servicios estratégicos para la salvaguarda de la soberanía, el crecimiento económico sustentable y la garantía de los derechos humanos y sociales de todos los mexicanos. Hay que mantener bajo control público el sector energético --petróleo, gas, energía eléctrica y energías renovables--; el manejo del agua para usos domésticos, riego, usos industriales y servicios urbanos; los sistemas de alcantarillado y tratamiento de aguas residuales, y las vías de comunicación, sin excluir la asociación regulada con el capital privado o las empresas comunitarias. Se dotaría a las empresas públicas de autonomía operativa cuando sea necesario, de un régimen fiscal que les permita un desarrollo competitivo, y de una estructura operativa vigilada que prevenga e impida la corrupción y la ineficiencia. Sin embargo, no es suficiente mantener el control público. Es indispensable un cambio radical en la política petrolera. México debe pasar de ser un país casi monoproductor de petróleo crudo destinado a la exportación, a uno que industrialice el recurso en su territorio y se convierta en un importante exportador de petroquímicos, con el mayor contenido tecnológico y el mayor valor agregado posibles. Debemos, por tanto, ampliar la capacidad de refinación para eliminar las importaciones de productos destilados que ascienden a más de 2.5 millones de dólares anuales, recuperar la producción petroquímica y aumentar de manera urgente la producción de gas natural. Con ello se estará contribuyendo al impulso de nuevas industrias enlazadas, a la generación de empleos estables y bien remunerados, y a impactar económicamente en el desarrollo regional. Hay que establecer legalmente la plataforma de extracción de petróleo crudo y gas en función de un rango de reposición de reservas que garantice la seguridad energética del país en el largo plazo, y contribuir a mantener precios internacionales remuneradores. El manejo de las reservas de hidrocarburos debe enfocarse a prolongar su vida lo más posible --a lo que también contribuirá la disminución hasta eliminar la exportación de crudo--, con objeto de hacer menos difícil el cambio de la base energética del país. En materia de energía debe cumplirse estrictamente con la ley. Los contratos de servicios múltiples, firmados por Pemex con consorcios extranjeros para la explotación de gas en la Cuenca de Burgos --que son violatorios de la Constitución pues esta establece la exclusividad del Estado en la explotación de los hidrocarburos-- deben ser cancelados. La generación privada de energía eléctrica debe ajustarse a lo establecido por la ley, y ponerse límite a la participación de particulares, para que las empresas eléctricas del Estado no pierdan el control operativo del sistema eléctrico, y los organismos rectores y reguladores mantengan las decisiones estratégicas. Las tarifas deben determinarse en función de los costos y deben ser equitativas, sustentadas en criterios técnicos y económicos, formuladas por nivel de tensión y tipo de
  • 4. suministro, y sin favorecer o discriminar a sectores específicos de consumidores. Para esto debe transferirse al Congreso la potestad de fijar los subsidios sin cargo a las empresas eléctricas. En el sector eléctrico se requiere mejorar la calidad del servicio, fortalecer la cadena de generación, transmisión, distribución y comercialización. Se requiere, en particular, modernizar a Luz y Fuerza del Centro. Resulta urgente aprovechar y desarrollar las fuentes de energías alternativas o no convencionales, como la solar, cólica, la obtenida de la biomasa, las basuras, y las mareas, abriendo la posibilidad, mediante reformas constitucionales, para la inversión asociada de todo tipo: pública, privada y mixta. Se debe reforzar la vinculación de los institutos especializados de investigación (HE, ININ e IMP) con las empresas del sector energético. Los poderes legislativo y ejecutivo deberán asumir la función de promover, orientar y regular el crecimiento económico sostenido y sustentable. El objetivo fundamental de este crecimiento debe ser la creación de empleos estables, durables, bien remunerados y dotados de seguridad social, para todos los mexicanos, mediante: la creación de infraestructura y servicios públicos adecuados cuantitativa y cualitativamente; la aplicación sostenida en el largo plazo de políticas sectoriales integradas de crecimiento; la concertación de proyectos de desarrollo compartido con las empresas privadas y comunitarias, con reglas claras de dominio público; el financiamiento preferencial a las micro, pequeñas y medianas empresas mediante una banca de desarrollo saneada, reestructurada y fortalecida; y la promoción y apoyo a la innovación tecnológica sustentable social y ambientalmente. Bajo la pauta de un proyecto alternativo, el Estado podrá hacer que los derechos sociales esenciales -alimentación, educación, salud y asistencia social, vivienda, agua potable y saneamiento, y recreación-, salvaguardados integralmente en la Constitución y reglamentados en las leyes, sean progresivamente una garantía para toda la población, prioritariamente para los sectores de más bajos ingresos, mediante instituciones sólidas y eficientes, con los recursos económicos, humanos y materiales necesarios para asegurar la cobertura universal. Debemos mantener a las instituciones de seguridad social en la esfera pública, dirigidas por los representantes de los asegurados y de la administración pública. Debemos construir una planeación estratégica integral del desarrollo, con visión de largo plazo, como proceso permanente a cargo de instituciones públicas autónomas con amplia participación ciudadana y de los distintos ámbitos de gobierno, que sea sometida a aprobación legislativa y a la evaluación y vigilancia ciudadana de su cumplimiento. Esa forma de planeación servirá de marco a la acción gubernamental y de orientación y regulación de los diversos actores sociales.
  • 5. La información transparente y la contraloría ciudadanizada de la administración pública deben convertirse en el instrumento social de lucha contra la corrupción y el despilfarro en la función gubernamental y legislativa. La construcción de una estructura administrativa eficiente deberá reposar sobre la profesionalización de la función pública --servicio civil de carrera--, la eliminación del trabajo eventual hecho permanente, la calificación continua del personal, la simplificación administrativa y su modernización, la democratización plena del sindicalismo estatal y la lucha contra la corrupción y el despilfarro. La nación necesita de sus fuerzas armadas. De ellas debe recibir garantías para su seguridad ante amenazas externas y desastres naturales, la seguridad de la permanencia de las instituciones nacionales definidas por el Congreso, y la garantía de la soberanía nacional. Estas responsabilidades son y deben ser exclusivas de nuestro ejército y armada. Sus responsabilidades son las más altas e implican la integridad misma de la nación. Por ello, las fuerzas armadas no debieran ser inmiscuidas en actividades que son propias de otras instituciones de naturaleza civil, como es el caso de la investigación y lucha contra el crimen organizado, incluido el narcotráfico. La participación del ejército en actividades de investigación y seguimiento de narcotrafícantes, independientemente de sus logros, ha dado lugar a su propia contaminación. La participación de altos jefes militares en las actividades que ellos deberían impedir, nos muestra la gravedad del problema.