La ley regula los derechos de los pacientes y usuarios en materia de autonomía e información. Reconoce el derecho a recibir información sobre su salud y a dar su consentimiento informado a cualquier tratamiento. También regula la historia clínica de los pacientes y el derecho a acceder a sus datos médicos. Su objetivo es proteger la dignidad de las personas y respetar su autonomía en el ámbito sanitario.