La masoterapia clínica mejora la circulación sanguínea, elimina células muertas y oxigena los tejidos, lo que mejora el color y tono de la piel. También mejora la circulación linfática y respiratoria, reduciendo la hinchazón y relajando el cuerpo. Proporciona beneficios fisiológicos a corto y largo plazo como alivio del dolor muscular, mejora del sistema inmunológico y reducción del estrés.