El documento habla sobre la necesidad de formar una policía más preparada y confiable en México a través de un programa de cultura de la legalidad. El programa busca enseñar a la Policía Federal el apego a las leyes y normas sociales para crear un modelo que pueda replicarse a nivel estatal y municipal. Algunas perspectivas cuestionan la cultura de la legalidad al verla como una forma de sumisión y no de participación ciudadana, argumentando que las leyes deben ser consensuadas entre los ciudadanos y no impuestas por grupos