La publicidad corporativa busca promover la imagen y reputación de una empresa en su público objetivo, estableciendo actitudes favorables hacia ella. Se diferencia de la propaganda, que se centra en ideas políticas o sociales, mientras que la publicidad persigue objetivos comerciales. Incluye la comunicación de la empresa con su audiencia a través de mensajes diseñados para influir positivamente en la percepción y fidelidad hacia la marca.