El arte en la antigüedad, particularmente en Egipto, Caldea y Grecia, se caracterizó por su función religiosa y monumental, destacándose la construcción de pirámides, templos y esculturas como la esfinge. En Grecia, el desarrollo del arte pasó por varios períodos, desde el geométrico hasta el helénico, enfatizando la simetría y la representación del cuerpo humano en su máxima expresión. El arte fenicio aportó al desarrollo del alfabeto y la cultura occidental, mientras que las civilizaciones caldeas y asirias se destacaron por sus arquitecturas como los zigurat y esculturas de toros alados.