La cultura Paracas, considerada una transición entre Chavín y Nazca, se desarrolló en la costa sur de Perú entre 700 a.C. y 200 d.C., destacándose por su arte textil, cerámica y prácticas funerarias. Su evolución se divide en dos períodos: Paracas Cavernas, con tumbas en forma tubular y cerámica policromada, y Paracas Necrópolis, donde predominaron tumbas rectangulares y tejidos elaborados. Además, la cultura mostró conocimientos avanzados en medicina, realizando trepanaciones craneales y otras intervenciones quirúrgicas.