Los pintores mexicanos de los años 50 se alejaron de retratar el pasado histórico como lo habían hecho los muralistas antes, y en su lugar buscaron desarrollar estilos individuales que los distinguieran. Algunos de los pintores más prominentes de este movimiento de "ruptura" fueron Rufino Tamayo, José Luis Cuevas, Pedro Coronel, y Gunther Gerzo, entre otros. Juntos revolucionaron el arte en México con sus estilos únicos.