La coherencia del discurso se divide en cohesión profunda y superficial. La cohesión profunda incluye la coherencia global y pragmática, que surge de factores textuales y estructura profunda. La cohesión superficial se logra a través de la generalización, supresión y sustitución de frases. Todo texto posee cohesión y coherencia para ser entendido, lo que requiere competencia intertextual y conocimientos previos.