El documento examina la relación entre la investigación y la educación superior, argumentando que la integración de ambos es esencial para el desarrollo científico y pedagógico. Se enfatiza la necesidad de reformar la enseñanza de la metodología de la investigación para que esté alineada con las necesidades actuales de los estudiantes y los retos del contexto actual. La obra subraya la importancia de enseñar no solo habilidades metodológicas, sino también la creatividad y la capacidad de aplicar conocimientos en nuevos contextos.