El alcoholismo es una enfermedad crónica caracterizada por la dependencia física y psicológica al alcohol, que genera una fuerte necesidad de consumirlo de forma continuada a pesar de sus consecuencias negativas. Puede desarrollarse debido a factores genéticos y ambientales como el estrés, y suele estar asociado a otros trastornos mentales. Sus síntomas incluyen la incapacidad de controlar la ingesta de alcohol y priorizarlo sobre otras actividades, así como síndromes de abstinencia al dejar de beber. Representa un grave